Sobre unas mesas de experimentación rociamos harina para que la toquen y con sus dedos dibujan diferentes trazos. Luego añadimos el agua y de repente aquella textura cambia su estado, ya no se desliza tan fácilmente, se pega entre los dedos, hay que hacer más presión para manipularla...Notan la sensación pegajosa y finalmente cuando añadimos los tintes alimenticios hay una explosión de color y lo blanco se transforma en diferentes tonalidades.
Olé por las profes..siempre ingeniando actividades.. Q divertido.
ResponderEliminarMama de Mario